Política encaminada a apoyar estructuralmente el proyecto empresarial, y cuya importancia crece proporcionalmente al valor que la organización conceda a sus recursos humanos.
Las acciones enmarcadas bajo esta rúbrica persiguen como objetivos implicar al personal, obtener armonía en las acciones de la empresa, gestionar el cambio de actitudes y, en última instancia, contribuir a importantes mejoras en la productividad.
Análisis y diagnóstico de problemas ocasionales (conflictos laborales, huelgas, etc.)
Diseño y gestión de estrategias continuadas, encaminadas a mejorar las relaciones entre directivos y personal y facilitar la armonía laboral, contribuyendo a importantes aumentos de la productividad.
Construcción de ambientes laborales concretos. Políticas de comunicación sectorial para grandes, medianas y pequeñas empresas, donde puede haber problemas entre diferentes colectivos.
Programas de formación de mandos. Potenciar la capacidad personal de distintos grupos de directivos de las empresas.
Asesoramiento sobre la utilización de instrumentos de comunicación en la empresa. Para facilitar la integración de todos los colectivos que la forman.